Páginas

Edad Antigua

/ / /

miércoles, 4 de febrero de 2015

Un hallazgo sobre la teoría de la historia



En una de las mil carpetas donde descansan años de apuntes, me he vuelto a reencontrar con un artículo de una magnífica profesora. Historia y su construcción teoría y método de Mª Cruz Cardete del Olmo. 

En él, la autora habla de la importancia de acercar la teoría al historiador, a toda su actividad, porque aunque es la gran olvidada (la teoría), es el elemento imprescindible. 
Al contrario que las ciencias puras, con un método capaz de probar un resultado exacto, la Historia necesita para ello de preguntas, nuevas formulaciones matizadas bajo unas premisas antes obviadas para poder construir conocimiento. Preguntas, que una vez elaboradas serán acompañadas de otras tantas en el objetivo de indagar acerca de ellas, y se articule una reflexión para reflejar los fines del historiador y sus medios -cómo, porqué y para qué-. 
La actividad del historiador a través de su método, no trata de juzgar a los actores y acciones del pasado, sino "ser capaces de descubrir el discurso, analizarlo y extraer conocimiento de él, pero conocimiento crítico", es decir, el historiador no acepta todo como una verdad única, sino que adquiere una postura de análisis crítico. 

Otro de los puntos destacados es la necesidad, dentro de este tema de reflexión teórica, de la historia, un acercamiento al público quienes según la autora, no toma en serio a los historiadores. Durante tiempo se ha considerado a la Historia como una recopilación de datos, guerras y cotilleos... y esto ha sido aprovechado por una "legión" de autores que crean novelas históricas con cuatro datos verídicos y aglutinan a una serie de fans. Pero si nosotros, como historiadores, nos sumamos a ellos, no podemos pretenden distinguirnos. Para ello tenemos una baza que apenas se usa. El fin, el método utilizado con una perspectiva científica, con la que defender la construcción de la Historia, del pasado y del presente. En esta construcción el historiador ha de presentarse no como intermediario, sino con un agente activo en el proceso histórico, reconociendo por tanto "nuestra responsabilidad social". 
Como punto final señala la importancia, en este mundo tendente a la especialización, que a la hora de construir los procesos históricos hay que recuperar los contextos donde surgen, y conseguir, que la Historia potencié la capacidad del pensamiento crítico para comprender finalmente que habla de procesos sociales "de lo que nos ocurre aquí y ahora, de por qué nos ocurre y de cómo podemos cambiarlo". 




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario!